Breves (e incompletos) apuntes sobre diseño editorial

Un rápido repaso a tres claves fundamentales para comprender la esencia del diseño de publicaciones.

El diseño editorial se puede definir como la rama del diseño gráfico que se ocupa del desarrollo de publicaciones con diferentes fines (informativo, corporativo o persuasivo, entre otros): diseño de libros, periódicos, revistas, catálogos o folletos son solo algunos ejemplos. Como señalan González-Díez, Puebla-Martínez y Pérez-Cuadrado (2018) en relación con el diseño periodístico, concretamente (aunque puede extrapolarse a algunas de las anteriores subáreas), esta definición, ligada tradicionalmente a soportes impresos, ha tenido que reformularse a raíz de la consolidación de las publicaciones digitales, que suman a los recursos habituales nuevos ingredientes, como la visualización de datos, el vídeo o la animación.

En todo caso, pese al auge del diseño en pantallas y la incertidumbre general sobre el futuro del papel, Cassisi (2014) aboga por la supervivencia del soporte impreso: en sus palabras, “ha quedado bastante claro que, en las sociedades actuales, la impresión en papel seguirá resultando necesaria por bastante tiempo: la gráfica en papel no parece marchar hacia una desaparición inminente”. La popularidad actual de ciertos servicios —la imprenta online, por ejemplo— parece justificar este argumento.

Aunque es imposible sintetizar en pocas líneas una guía sobre esta especialidad con una mínima solidez, sí parece pertinente hablar de algunas líneas maestras del diseño editorial y proporcionar recursos útiles que permitan profundizar en este ámbito:

1. Tipografía y legibilidad

Para comprender la importancia de la tipografía en publicaciones, es preciso interpretarla desde su vertiente lingüística (la parte más funcional) y gráfica (en referencia a su capacidad simbólica). En esta área, el imperativo de la legibilidad —para el lector decodifique el mensaje en condiciones óptimas— es incuestionable.

Figura 1. Composición de textos de la revista Assistant (Mariano Fiore).

El aclamado manual de tipografía de Kane (2012) en Gustavo Gili, el clásico de Martín Montesinos y Más Hortuna (2001) en Campgràfic o el reciente libro de Jardí (2019) sobre diseño y creación de libros son algunas referencias imprescindibles para profundizar en este aspecto.

2. Composición y retícula

Salvo aquellos productos que se basan en una lectura secuencial (libros, por ejemplo), el diseño editorial busca favorecer la lectura a varias velocidades (el diferente grado de profundización en el contenido en función del interés que despierte en el lector) y permitir que este encuentre la información de forma rápida. Debido a la multiplicidad de piezas o elementos redaccionales que este sistema requiere, es esencial insistir en una correcta organización del contenido.

Figura 2. Análisis de retículas en el manual de Qu (2019).

Para lograrla, uno de los recursos compositivos fundamentales es la retícula, que Caldwell y Zappatterra definen como “el conjunto invisible de guías o sistemas de coordenadas que ayudan al diseñador a determinar la ubicación y el uso del texto, las imágenes y otros elementos como los blancos de página, los márgenes y los folios” (2014, p. 155). Sobre este punto, Qu (2019) ha escrito un muy interesante manual sobre layout editorial con múltiple ejemplos y el blog Rayitas azules ha elaborado una fantástica recopilación de los mejores libros sobre la creación y el uso de retículas (Cerdá, 2018).

3. Identidad y significado

El lenguaje visual (tipografía, color, composición, imágenes, etc.) debe responder directamente al tipo de contenido de la publicación y el significado que se quiere transmitir, cuestiones que el Groupe µ (1993) relaciona con el concepto semiótico de signo plástico. González Solas (2002) habla de identidad editorial para referirse a aquel planteamiento gráfico derivado de decisiones concretas (acerca del tono, objetivos, target, etc.) y orientado a garantizar la singularidad y el reconocimiento del medio.

Figura 3: Identidad de la editorial Sistolá, por Salvartes.

Sobre este último capítulo semántico y el diseño editorial, en general, parecen muy recomendables la nueva edición del clásico de White (2017) en Jardín de Monos o el blog Quinta Tinta, editado por Diego Areso (uno de los nombres más importantes del diseño editorial internacional).

Referencias

Areso, D. (s.f.). Quinta Tinta. Recuperado de http://quintatinta.com

Caldwell, C. y Zappaterra, Y. (2014). Diseño editorial. Periódicos y revistas / Medios impresos y digitales. Barcelona: Gustavo Gili.

Cassisi, Luciano (2014). Redefiniendo el diseño editorial. Foroalfa. Recuperado de https://foroalfa.org/articulos/redefiniendo-el-diseno-editorial

Cerdá, R. (2018). Los mejores libros sobre diseño editorial y retículas. Rayitas azules. Recuperado de https://www.rayitasazules.com/los-mejores-libros-sobre-diseno-editorial-y-reticulas/

González-Díez, L., Puebla-Martínez, B. y Pérez-Cuadrado P. (2018). De la maquetación a la narrativa transmedia: una revisión del concepto de ‘diseño de la información periodística’. Palabra Clave, 21(2), 445-468. DOI: 10.5294/pacla.2018.21.2.8

González Solas, J. (2002). Identidad Visual Corporativa. La imagen de nuestro tiempo. Madrid: Síntesis.

Groupe µ (1993). Tratado del signo visual. Madrid: Cátedra.

Jardí, E. (2019). Así se hace un libro. Barcelona: Arpa. 200 páginas. 24,90 euros.

Kane, J. (2012). Manual de tipografía (2ª edición). Barcelona: Gustavo Gili.

Martín Montesinos, J.L. y Mas Hortuna, M. (2001). Manual de tipografía. Valencia: Campgràfic. 

Qu, Yehua (2019). Layout design. Diseño rompedor y de vanguardia. Barcelona: Parramón. 224 páginas. 35 euros.

White, J. V. (2017). Diseño para la edición. Málaga: Jardín de monos.

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