Retos actuales del diseño digital

Las peculiares competencias del diseño interactivo conducen a nuevos escenarios en la definición de los perfiles profesionales y en la gestión de los proyectos.

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Hoy en día, nadie discute la relevancia del diseño interactivo dentro del universo de la comunicación y, más concretamente, dentro del diseño gráfico, interpretado como un espacio heterogéneo que alberga multitud de ámbitos, tareas y soportes. Para Newark (2002: 144), su propia naturaleza (fusión de palabra e imagen) sitúa al diseño interactivo (digital, web, online) en el núcleo de esta macrodisciplina, más allá de la sofisticación que define a los nuevos medios.

Es esta sofisticación de sus propias herramientas, muy probablemente, la principal peculiaridad de los formatos interactivos frente a otros ámbitos de mayor tradición, como el diseño editorial o la identidad visual (entre otros). Si en estos campos el diseñador reúne con frecuencia todas las competencias conceptuales, visuales y tecnológicas necesarias para ejecutar íntegramente el proceso, la complejidad de los nuevos lenguajes –en relación al último ítem mencionado, el tecnológico- conduce a menudo a una redefinición de la estrategia y de la organización del proyecto, muchas veces al lado de programadores que asumen una parte esencial del trabajo. En todo caso, unos conocimientos básicos –por lo menos- se antojan imprescindibles; como sugiere Taylor (2013: 29), en este sentido, «el código es especialmente importante. Cuanto más se difumina la línea que separa al diseñador del desarrollador, debido a los avances tecnológicos, tanto más útil resulta hablar una misma lengua».

Las nuevas tecnologías, por tanto, reformulan continuamente el oficio del diseño gráfico y acentúan la complejidad del escenario digital actual. Así, ¿en qué medida debe el diseñador ser autosuficiente en la gestión de este tipo de proyectos? ¿Determina la dificultad del encargo la configuración del equipo? ¿Cuál es la demanda del mercado y cómo debe posicionarse el profesional freelance? En el terreno online, ¿exigen las empresas cada vez más diseñadores web todoterreno o perfiles altamente especializados en habilidades más específicas? Y, finalmente, si hablamos de diversificación de roles (diseñador versus desarrollador), ¿cuál debe ser su relación y qué aptitudes globales deben dominar, respectivamente, para un entendimiento fluido y eficaz? Estas son algunas de las cuestiones que plantea el diseño gráfico contemporáneo, condicionado por la hibridación de formatos, la interactividad, la vertiginosa evolución de las nuevas tecnologías y –por supuesto- la delicada coyuntura económica.

Referencias bibliográficas

NEWARK, Quentin (2002): ¿Qué es el diseño gráfico? Manual de diseño. Barcelona: Gustavo Gili.

TAYLOR, Fig (2013): Cómo crear un portfolio y adentrarse en el mundo profesional (2ª edición actualizada y ampliada). Barcelona: Gustavo Gili.

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